Nueve consejos básicos para poner en marcha una biblioteca escolar y conseguir que funcione

biblioteca escolar

La biblioteca escolar es un espacio social de enseñanza y aprendizaje. Un lugar que ha ido evolucionando en el tiempo, desde que se reconoció en la Ley de Educación del 2006 la obligación de que todo centro escolar contase con una. Desde entonces pasó a ser un área de estudio y lectura, siempre en silencio, a una zona donde el trabajo es conjunto y las actividades promueven el compañerismo.

Pero contar con una buena biblioteca de centro, activa, donde acudan los alumnos lectores y los no lectores e integrada con los proyectos de cada área de aprendizaje del currículum escolar, requiere, sobre todo, de “tiempo y dinero”, como asegura Noemí Infantes, profesora de Lengua y Literatura y bibliotecaria desde hace 12 años en el IES Virgen del Carmen, en Puerto Real (Cádiz) y autora del blog Letras al Aula. Ella tomó las riendas de la biblioteca cuando llegó al centro y ha conseguido poner en marcha actividades, exposiciones, clubs de lectura, hasta un podcast, “Gorriones literarios”, con sus alumnos para comentar las lecturas que iban a haciendo.

“Siempre he sido muy lectora y

ojalá hubiera podido disfrutar

de una biblioteca como la

que tienen mis alumnos”,

asegura Infantes a través del teléfono.

¿Qué necesita una biblioteca escolar para comenzar a buscar su lugar en el centro escolar?

Aquí os dejo algunos consejos por si estáis reformando ese espacio o queréis poner en marcha un buen proyecto de biblioteca escolar.

  • 1.- Lo primero, como asegura Infantes, “conectar con los lectores. Saber qué buscan, qué historias demandan, qué les apetece lee. Hablar con ellos y escucharles.” Ella, incluso, pasó una encuesta a los alumnos del centro para saber qué tipos de lecturas buscaban. Esto es algo en lo que también coincide Rebeca Martín a través de videollamada, especialista en promoción a la lectura y cofundadora de Un punto Curioso, una starup dedicada al libro donde ofrecen formaciones en torno a la biblioteca escolar.

Tanto Martín como Infantes coinciden en que

es importante saber qué quieren los lectores.

  • 2.- Después, estar al día de las novedades. Si vas a llevar la biblioteca de tu centro escolar, tienes que revisar blogs especializados (estás en uno de los mejores 🙂 ) y seguir a periodistas que se encargan de estos temas como Adrián Cordellat en El País. También te recomiendo leer revistas digitales abiertas como El templo de las mil puertas o la Revista Bli y estar suscrito a revistas especializadas como CLIJ o la revista catalana de literatura infantil y juvenil Faristol.

Equipo de trabajo

  • 3.- “Contar con un buen grupo de trabajo en la biblioteca”, otro de los pilares claves para Martín. La promotora considera que no es tan importante el espacio, porque se puede utilizar y recondicionar el material que ya existe, pero sí es esencial el equipo de trabajo que se forme. Es importante tener cerca a profesores o bibliotecarios expertos que sepan cómo fomentar el hábito por la lectura y que animen a los lectores y a los no lectores a acercarse a la biblioteca.
  • 4.- Algo fundamental, que Infantes siempre recomienda como asesora de bibliotecarios a través de l Red Profesional de Bibliotecas Escolares de la Junta de Andalucía (Red BECREA) es que cada centro escolar destine un presupuesto anual para comprar material nuevo para la biblioteca: “un pequeño presupuesto para organizarse y hacer la compra de los ejemplares y organizar actividades”.

Sin un presupuesto anual para

la biblioteca, “es difícil que funcione”,

explica Infantes.

Tiempo para actividades en la biblioteca escolar

  • 5.- Por otro lado, es importante generar actividades que atraigan a los lectores: encuentro con autores, salidas al cine para ver adaptaciones de libros, cuentacuentos, exposiciones… cualquier actividad en torno a la lectura que haga que los jóvenes lectores quieran participar.

Si queréis conocer actividades interesantes,

os animo a leer el artículo con la

bibliotecaria profesional Júlia Baena.

  • 6.- Uno de los fines principales es convertir la biblioteca en el centro neurálgico del centro. Las bibliotecas ya no son solo un espacio de lectura (y mucho menos de castigo). Son el lugar de encuentro entre los alumnos y los profesores en torno a la lectura. “Redescubrir también para los profesores el espacio”, explica Martín.
  • 7.- Tiempo. Hemos hablado de él antes. Es importante que las administraciones empiecen a entender que las personas que se encargan de las bibliotecas, normalmente profesores, necesitan tiempo fuera de su horario de clase para hacerse cargo de la biblioteca pero, ¡ojo!, siempre en horario escolar porque si no, como explicaba Júlia Baena en este artículo, la biblioteca no llegaría a todos los estudiantes.

Redescubrir el espacio

  • 8.- Tener organizado el espacio. No es necesario tener una gran aula ni tenerla realmente decorada, sino jugar, utilizar y reutilizar lo que ya se tiene, como asegura Martín. Poner más libros en formato escaparate y no colocados en la estantería, para que sea más visual para los lectores y se acerquen y decorar la puerta si estamos hablando de una biblioteca escolar de primaria o en infantil.

Los libros informativos son un buen gancho

para animar a los alumnos a investigar sobre un tema concreto.

  • 9.- Contar con una página web de la biblioteca, blog o espacio en internet donde los alumnos puedan consultar las novedades de la biblioteca, las actividades o cualquier noticia relacionada con la biblioteca.

No es necesario un gran espacio o un gran proyecto para empezar a poner en marcha la biblioteca escolar o renovarla. Lo esencial es un equipo de trabajo con ganas de querer ayudar a los alumnos y un proyecto con unos pilares bien marcados para empezar a funcionar.

¿Has llevado a cabo actividades que hayan funcionado en tu biblioteca? ¿Por dónde comenzó tu centro escolar cuando puso en marcha este espacio? Te animo a que dejes un comentario para que este post sirva de ayuda a más profesores.


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