Esta semana os quiero hablar del álbum ilustrado Un día de lluvia y flores, de la autora Carme Solé Vendrell. Una tierna historia sobre la infancia y su poder de cambiar el mundo en el que vivimos.
En un día de lluvia y flores, un niño pequeño con un paraguas grande va recogiendo flores por el campo. Un arma tan poderosa en manos de quien mejor sabe usarla ¿Qué hará con esas flores?
Un día de lluvia y flores y la infancia
A través de un cuento casi si texto, Carme Solé Vendrell nos invita a observar lo que el protagonista de esta historia ve con sus propios ojos bajo ese gran paraguas que le oculta y le protege de la lluvia. Como si de un disfraz de superhéroe se tratase. Porque no hace falta vestirse con mallas y capa para lograr que las cosas cambien.
Carme Solé es una reconocida ilustradora, ganadora de numerosos premios, entre ellos el Premio Nacional de Ilustración en 1979. Además, es autora de la campaña “WHY?”, a favor de los derechos de la infancia por eso, en sus obras tanto como ilustradora como autora, suele representar a la perfección el mundo interior de los niños.
En Un día de lluvia y flores, editado por Kalandraka, la autora catalana, que dedica este cuento a su madre, ilustra un poético mensaje sobre la capacidad de los niños para cambiar el mundo. Una defensa de los pequeños gestos que nos mueven y de la inocencia de la infancia. Además de un mensaje por el cuidado del medioambiente y en contra del clima de guerra que asola nuestro planeta. Porque aunque este cuento fue publicado en 1981, sigue tan vigente como entonces.
Una lectura diferente
Un cuento para leer despacio con lectores a partir de los tres años. Con ilustraciones todas ellas a doble página, algo muy inusual en los cuentos infantiles pero muy utilizado en los cuentos sin texto porque refuerzan el mensaje haciendo que el lector tenga que abrir su mirada a esas dos páginas a la vez. Con esto se consigue detener la lectura, fijarse en la ilustración y percibir el mensaje más claramente.
El juego con los colores también ayuda a que la historia se perciba más despacio. Pasamos del gris de la lluvia y el humo, a un día con colores más cálidos, donde las flores lo inundan todo y el paisaje se vuelve más agradable. Hasta llegar al final donde el personaje nos sorprende, con ese giro en las historias que tanto les gusta a los pequeños lectores.
Un día de lluvia y flores es un cuento para disfrutar juntos. Para leer despacio y percibir cada pequeño gesto que nos transporta hacia el cambio.
Y la merienda son las magdalenas de doble chocolate que tanto nos gustan con la receta de Webos fritos. Nuestro recetario de cabecera.
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