Sandra saca punta a sus pinturas. Los colores ya están listos para recibir a un nuevo otoño.
Su chubasquero, preparado en el armario, aunque no cree que lo pueda usar mucho. Ha escuchado en la radio que va a ser un otoño muy seco. Aprovechará los pocos días que lluevan para saltar en los charcos.
La lupa y las libretas también están listas. Ha preparado una caja con todo lo necesario para investigar cada hoja que encuentre. También tiene a manos su cuaderno de campo para guardar nuevos tipos de hojas. ¿De qué color serán las primeras que recoja? Le gustan las que mezclan colores. Del marrón al rojo. Esas son sus preferidas.
Sandra abre la ventana, mira hacia la calle y sonríe.
Cada día ve más hojas en el suelo.
No hay duda.
El otoño ha llegado.
El otoño de Sandra
La protagonista de “El nido”, Sandra, lleva días preparada para recibir el otoño. Le encanta esta estación del año. Es su preferida. Quizás es la época donde el tiempo es más inestable, pero no le importa. El otoño está tan lleno de colores vibrantes…
Ella es la protagonista de mi cuento. Una niña que ama esta estación y que disfruta de cada día, sensación y color.
Muchos ya la conocéis. Habéis leído “El nido” en casa, con vuestros peques, o habéis disfrutado de alguna sesión de cuentacuentos que he organizado en colegios y librerías. Y Sandra vuelve para buscar y aprender del otoño con todos vosotros. (Y si os ha gustado y podéis dejar una reseña, me ayudaríais mucho).
Regalo exclusivo
Y, si no habéis leído “El nido”, os animo a hacerlo este otoño. Es la mejor época. Tenemos por delante varios meses para descubrir con los niños todo lo que la naturaleza nos ofrece. Además, si me seguís en mi cuenta de Instagram, podréis descubrir curiosidades sobre el otoño y actividades para jugar con ellos.
Si compráis el cuento en estos meses y me enviáis por email el ticket (amerendarconmama@gmail.com ), os haré llegar gratis una de las tote bag exclusiva que tengo. Me quedan muy pocas así que no lo dejéis pasar. Ideal para ir a clase, buscar hojas o comprar el pan.
¿Estáis preparados para jugar con el otoño? Sandra y nosotros, desde luego que sí.
