Las librerías comienzan a abrir sus puertas sin cita previa. Ya no será necesario hacer los pedidos antes y se podrá pasear entre las estanterías buscando un libro en concreto. Todo con las medidas de seguridad pertinentes. Pero muchos de los clientes que son asiduos en las librerías de barrio, no pudieron esperar a esta nueva fase tras casi dos meses confinados e hicieron sus pedidos antes.
De hecho, alguna librería decidió abrir con cita previa debido al volumen tan grande de pedidos que tenía. Ese fue el caso de Marina, que abrió su librería, “Turuletras”, el pasado lunes 11 de mayo en la Ciudad de los Ángeles, en el barrio de Villaverde, en Madrid: “Recibí muchos mensajes de clientes habituales y no tan asiduos que querían apoyarnos haciendo sus pedidos. Eso me animó a abrir en esa segunda semana de desescalada”.
Marina afirma que está “supercontenta” porque ha recibido el apoyo de muchas familias que eran clientes fieles de la librería y que acudían a los eventos que todos los fines de semana se organizaban en torno al libro. Los cuentacuentos y talleres atraían a un público dispuesto a comprar literatura infantil y juvenil.
En el peor mes
El Covid-19 ha llegado en un mal momento para el pequeño comercio. Pero, en mayor medida, para las librerías porque es justo en el mes de abril, cuando más facturan debido al Día del Libro. De los ingresos durante estos meses dependen muchas pequeñas librerías.
Alicia es la librera de “La librería de Alicia”, un sitio de referencia para los amantes de la Literatura Infantil y Juvenil en Parla, al sur de Madrid. Alicia ya abre con un horario normal durante este avance de la fase 0. Durante las primeras semanas también abrió, al igual que Marina, por el gran volumen de pedidos que tenía. «La gente ha respondido bastante bien. He tenido entre unos 25 y 30 pedidos al día, con un importe alto, pero lo importante es que se mantenga porque los meses de mayo y junio son complicados.»
«Sobrevivimos gracias a lo que
ha habido en abril»,
afirma Alicia, de La librería de Alicia.
Descenso en la facturación
Y es que la facturación de las librerías de barrio decrece cada año. Según el “Observatorio de la librería de 2019”, publicado por la Confederación Española de Gremios y Asociaciones de Libreros (CEGAL), la mayoría de estas librerías facturan menos de 90.000 euros al año y, en los dos últimos años, se ha notado un descenso del 1,8% en el 2017 y un 3,3% durante el año 2018. Y el pronóstico para este año tras la pandemia, no apunta a nada bueno. “Este año será menor porque hemos estado cerrados durante dos meses. Si se reduce mucho estos meses, que encima son los peores, puede que nos toque cerrar. No sabemos ahora mismo cómo será el futuro”, afirma Alicia desde su librería.
Manuela Bravo, de la «Librería Bravo», en Fuenlabrada, Madrid, también afirma que “la facturación se verá dañada, a pesar de verse un mínimo recompensado con las ayudas por cierre de actividad”. Como Marina y Alicia, Manuela también ha visto cómo su público más habitual ha esperado a que abriese y se considera satisfecha: “considerando los momentos que ya estábamos viviendo desde hace tiempo en las librerías, son muchas las personas que han valorado lo importante que sería para nosotros que sus compras fueran a través nuestro.”
Sin embargo, otras librerías no han tenido tanta suerte en el número de pedidos. Ana, la librera de “Leo Veo”, en Illescas (Toledo), aunque afirma que ha tenido movimiento estas primeras semanas, cree que “hay gente que está esperando a ver el avance de las fases”. Por su parte, Verónica Mata, de la «Librería-Papelería Oliver» en Aldaia, Valencia, no ha tenido un gran número de pedidos estas primeras semanas, aunque espera que “mejore con el fin del confinamiento.”
Vuelven las novedades
Las editoriales han comenzado a promocionar nuevos lanzamientos para finales de mayo. El engranaje editorial tiene que comenzar a moverse, pero no todas las editoriales lo harán al mismo nivel. Está claro que este año encontraremos muchos más “bestseller” en las estanterías. De hecho, antes de entrar en una nueva fase ya se anunciaron dos novelas juveniles muy esperadas por el público. La cuarta entrega de la saga “Crepúsculo”, de Stephenie Meyer, que llegará en agosto a las librerías y se titulará “Sol de medianoche” y “Balada de pájaros cantores y serpientes”, la última entrega de la saga “Los juegos del hambre”, escrito por Suzanne Collins, que estará a la venta el 3 de junio en España por la editorial RBA. Pero hay otras editoriales más pequeñas que han decidido parar y replantearse su posición, como es el caso de la editorial Errata Naturae que tan bien lo explicó en un comunicado que podéis leer aquí.
Lo que está claro es que el sector de la literatura ha sido uno de los más esenciales durante el confinamiento. Cuentacuentos, talleres, jornadas en directo… se pusieron en marcha en las redes sociales desde el primer momento. Pero es ahora, más que nunca, cuando la literatura necesita el apoyo del público. Cuando las librerías necesitan vender para no acabar cerrando tras la pandemia del Covid-19.