Tips para superar una «crisis lectora»

Llega un momento en la vida de todo joven lector que empieza a sentir interés por otro tipo de lectura. Pasamos de los álbumes ilustrados a las novelas cortas y luego a las novelas de adolescentes. En uno de esos dos momentos, algunos pequeños grandes lectores abandonan el mundo de la literatura atraídos por otros estímulos: televisión, móviles, internet… Una “crisis lectora” ha llegado a su vida. Alguno vuelve a encontrar la historia que consigue engancharle y retoma la literatura, pero otros no lo hacen nunca.

Es difícil rescatar a un lector cuando decide marcharse, pero no es imposible. Por eso, hemos hablado con cuatro mujeres escritoras de literatura infantil y juvenil que nos han dado claves para (al menos intentar) no perder a un lector. No quiere decir que sean infalibles, pero pueden ayudar bastante.

¿Qué lee mi hijo?

La escritora Ana Campoy, autora de las sagas “Alfred y Agatha” y de “Familia a la fuga”, a la que entrevistamos en el blog, cree que debemos interesarnos por las lecturas de los más jóvenes y comentar los libros con ellos. Estoy de acuerdo con ella. Es más, creo que eso es algo que se debe hacer desde la infancia, todo a su nivel evidentemente, y de lo que ya os hablé en este artículo.

En relación con esto, Begoña Oro, autora de las aventuras de la ardilla Rasi y su pandilla, entre muchas otras obras, añade un eslogan para no perder a un lector: “no los abandones cuando saben leer”. Solemos olvidarnos que la literatura es una actividad que se puede compartir. La lectura puede ser solitaria, pero las impresiones y las sensaciones que obtenemos de ese momento de ocio, es beneficioso compartirlas. Tanto padres como madres deben seguir interesándose por aquello que leen sus hijos y “comentar los libros con ellos” o animarles a formar parte de “un club de lectura, donde se establecen diálogos, debates y complicidad”, explica Ana Campoy.

Déjales elegir

A esto, se debe unir la “libre elección” de un libro, afirma Mónica Rodríguez, ganadora del premio Cervantes Chico en 2018, cuya entrevista también podéis leer aquí. Ofrecerles recomendaciones, opiniones y Booktubers para que tengan una gran información sobre lo que elegir. Y, sobre todo, no entrar en pánico cuando “tu hijo haya elegido ese libro de un youtuber que te horripila o aquel que consideras demasiado sencillo”, afirma Begoña Oro.

La escritora Margarita García Gallardo camina entre la novela adulta y la infantil. Dentro de la novela juvenil, ha escrito «Una de indios y vaqueros» y, la más reciente «En el corazón de una bruja».  Ella cree que las lecturas de la infancia convertirán a los lectores en artistas, desplegarán su imaginación e incentivarán su curiosidad, por eso hay que acompañarles desde la infancia porque es ahí “donde se forjan los grandes lectores y creadores”.

Referentes lectores

Pero, aunque nosotros estemos siempre “al pie del cañón” y detrás de ellos para intentar que lean, no siempre es posible. No solo son las nuevas tecnologías las que hacen que abandonen las lecturas (os recomiendo leer la serie de artículos “Mi niño no me lee”, de Pablo Giménez publicados en el blog de Bebé a Mordor), tampoco las series, anuncios o películas lo ponen fácil. “Debería haber más referentes leyendo” en esos espacios, como dice Mónica Rodríguez, pero, como bien estás pensando ahora mismo, no los hay.

Y no solo ahí, sino también en los colegios deberían dejar un tiempo para la lectura y que las bibliotecas escolares tuvieran una persona específica dedicada a la literatura, dos ideas que aporta Mónica y que me parecen totalmente acertadas. En las últimas jornadas sobre animación a la lectura organizado por la Asociación de Amigos del libro infantil y juvenil se hablaba de las bibliotecas escolares y que, en muchos casos, no hay personas específicas y expertas dedicadas a este espacio. Podéis saber más sobre el evento aquí.

Es complicado que un lector retome los libros cuando los deja a un lado, pero no os olvidéis que “los libros divulgativos y los cómics” también son lecturas, como bien apunta Begoña Oro.

Os dejo una infografía con algunos consejos para intentar mantener la llama de la lectura en vuestros pequeños lectores y que nunca se apague.