Esta semana cambiamos la merienda por las manualidades y aprovechamos para hablaros del libro “Yayoi Kusama. De aquí al infinito”, una colección sobre artistas que nace de la colaboración entre el MoMA y la editorial SM.
Este mes había que crear un juego de mesa con elementos reciclados en nuestro reto mensual de “Los inventos de mamá”, un proyecto que os invito a conocer. Nosotros, como hemos estado estudiando y practicando con el círculo cromático en nuestras clases de pintura, decidimos inventar algo que tuviera relación con eso. Por eso, se nos ocurrió crear este juego para memorizar los colores análogos y los complementarios.
Cartulinas de varios colores y tamaños.
El círculo cromático.
Una caja de quesitos para pegar el círculo y guardar las cartulinas.
Un dado.
El juego es muy sencillo. Consiste en tirar el dado sobre el círculo cromático, mirar qué color ha salido, elegir un tamaño de cartulina y coger la cartulina de ese color.
Si jugamos con los colores análogos (que son los que están al lado) , tendremos que mirar cuál es el análogo del color que nos ha tocado, coger la cartulina de ese color y colocarla encima.
Si, por el contrario, elegimos jugar con los complementarios (los que están en el lado contrario), tendremos que poner primero el color que marque el dado y, luego, su complementario.
Se pueden inventar tantas formas de jugar como se os ocurran según la edad de los peques: con colores complementarios, análogos o adyacentes.
Como veis es un juego realmente sencillo, pero lo importante es que ellos se familiaricen con los colores y aprendan a jugar con ellos. ¿Para qué sirve que los niños conozcan el círculo cromático? Básicamente para que observen las distintas tonalidades de los colores, diferencien entre los colores fríos y los cálidos y aprendan a reconocer la armonía de color en los cuadros y en todas las obras artísticas que visualmente ven.
Para hablar más de colores y pinturas gracias a este juego, elegimos el libro “Yayoi Kusama. De aquí al infinito”, escrito por Sarah Suzuki e ilustrado por Ellen Weinstein. Pedí este libro a la editorial SM antes del verano, cuando sacaron su campaña “Orgullosa de mí”, con una serie de libros reivindicando el papel de la mujer.
Cuando os enseñamos el libro de Matisse, ya os hablé de esta colección de libros que el museo MoMA y la editorial SM han editado explicando a los pequeños lectores la vida y la obra de algunos pintores. En esta ocasión, hemos conocido la interesante vida de la pintora Yayoi Kusama y su trabajo en torno a los puntos. Y nos ha venido muy bien para crear este juego para “Los inventos de mamá”.
Yayoi Kusama empezó a dibujar puntos desde muy pequeña en la aldea de Japón donde vivía. Con veintiocho años se mudó a Nueva York y se hizo mundialmente famosa con sus pinturas, esculturas y performances.
Esta colección de libros nos gusta porque son muy visuales. No es necesario leer todo el texto. Los pequeños lectores aprenden mirando las ilustraciones. Y, además, genera en ellos preguntas.
Un proyecto editorial destinados a niños de entre tres y ocho años. Para edades más mayores creo que se queda un poco incompleto. No profundiza mucho en la historia del pintor o la artista, sino que muestra pequeñas pinceladas para crear un contexto adecuado a las obras que muestra.
Si queréis conocer el resto de juegos de mesa que han creado mis compañeras de tribu, os invito a seguir el hashtag #lidmjuegodemesa
Si queréis comprar el libro, os animo a hacerlo en vuestra librería de barrio o en alguna favorita que tengáis. Buscar un buen librero o librera que os aconseje y disfrutad del placer de estar en un sitio tan mágico como una librería. Pero, si decidís comprarlo por internet, podéis hacerlo a través del enlace de abajo (en la imagen) que es mi link de afiliado a Amazon y del que me llevo una pequeñísima parte de la venta para mantener el blog y seguir recomendando buenas historias.