Cuando vamos a una librería o biblioteca, ¿sabemos realmente qué libro de literatura infantil elegir? Si estamos entre varias opciones, ¿qué nos lleva a decidirnos por una y no por otra? ¿Qué detalles buscamos en un cuento para leerle a nuestros pequeños lectores?
Muchas veces es complicado elegir entre la gran variedad de novedades que nos ofrecen las librerías. Si tenéis la suerte de encontrar un buen librero/a que os aconseje, no lo perdáis. Volved a esa librería porque habréis encontrado un buen tesoro. Muchas librerías de barrio son grandes joyas.
Podréis decirme que lo que a uno le parece bueno a otro no. O que un autor le gusta más a uno que a otro. Que depende de los gustos. Sí, tenéis razón, pero también es verdad que si llevamos a cabo ciertos pasos antes de elegir un buen libro de literatura infantil, tendremos mucho recorrido ganad. Unos sencillos consejos que os pueden parecer muy obvios, pero que, a veces, por las prisas, los niños corriendo por la librería u otros motivos, no podemos cumplir.
El “boca a boca” hace mucho, es innegable, pero si un texto a nosotros como adultos nos “pellizca” por dentro, es probable que en los niños y niñas despierte un sentimiento que, probablemente, no puedan explicar, pero se ha quedado en ellos. Y, a los dos días, os hablará de algo que sucedía en ese cuento. Eso marca la diferencia entre unos y otros.
Por eso hoy os quería explicar cinco detalles en los que debemos fijarnos a la hora de elegir un cuento. Cada uno puede hacerlo como mejor crea, porque sois vosotros los que conocéis a los peques. Pero a través de un pequeño cuestionario que hice en nuestra cuenta de Instragram y de mi experiencia, he querido escribir estas líneas por si os pueden servir de guía.
Comenzamos la elección
- Lo más importante es conocer qué le gusta a tu hijo.
Qué le interesa en ese momento. Y eso es aplicable a niños y niñas desde cero años. No hay mejor persona que conozca a vuestros hijos que vosotros mismos. Sabéis si mira dibujos que les enseñáis, si solo quieren coger algo y moverlo para que haga ruido, si le interesan los animales, los dinosaurios, los bosques, Caperucita Roja… Y a partir de ahí, podéis centraros en una búsqueda en concreto para elegir un buen libro.
- Las ilustraciones son en lo primero en lo que se fijan los niños.
Es lo que les entra por los ojos e imprime una idea de lo que se pueden encontrar. Si hay dinosaurios, una historia de dinosaurios; si hay monstruos, un cuento de monstruos; si sale una niña, un cuento con una niña. Así de simple. Y eso mismo pasa en los adultos.
En la encuesta a través de Instragram, once de las quince personas que contestaron admitieron que en lo primero en lo que se fijan a la hora de elegir un cuento de literatura infantil es en la ilustración.
El álbum ilustrado ha aumentado su producción en los últimos años. No hay más que ir a una librería para comprobarlo. Pero, ¿por qué es importante fijarse en las ilustraciones? Porque aportan mucha información. “Una imagen vale más que 1000 palabras”, dice el refrán y no puede ser más cierto. Las ilustraciones son el alma de la historia. Puedes tener un gran texto, pero si las ilustraciones no “calan” en el lector, no les mantiene atento o no despiertan su imaginación, el libro no les va a interesar.
¿Cómo saber que una ilustración es buena? Como he dicho antes, tienen que llamar la atención del lector, que les despierte la imaginación, que les lleve a hacerse preguntas. Es de esos dibujos de donde van a sacar toda la información que necesitan para saber si les gusta la historia y para entenderla.
No es necesario que sean los dibujos más bellos y bonitos, pero sí que cuenten el texto a través de imágenes que influyan en los pequeños lectores.
“¡Cómo mola tu escoba!”, de Julia Donaldson y Axel Schefller es un buen libro de literatura infantil por varios motivos, pero principalmente porque las ilustraciones cuentan la historia sin casi necesidad de texto.
“La preocupación de Lucía”, de Tom Percival, va explicando el problema que le surge a la protagonista a través del cambio del color de las ilustraciones y del tamaño que va tomando esa preocupación. Una vez más, los pequeños lectores entienden la historia sin la necesidad del texto.
- La portada es el segundo aspecto con más votos.
¿Por qué? Porque después de abrir el libro y hojear las ilustraciones, volvemos al principio. Quizás buscando el detalle que haga que nos decidamos por ese libro u otro.
¿Qué buscamos en la portada? Que nos llene. Que nos haga convencernos de la historia. (Casi esperamos que nos hable y nos cuente que es el mejor cuento que podemos elegir). Que sea el que le conviene a mi hijo en ese momento.
Un ejemplo claro es “El Grotlin”, de Benji Davies, un cuento de “miedo” al estilo victoriano. La portada negra y la ilustración están transmitiendo una idea de una historia oscura donde, es probable, que ocurra un misterio.
“Rojo. Historia de una cera de colores”, de Michael Hall, está dando la clave exacta del cuento en la portada: una pintura roja que pinta de color azul.
- Leed el cuento.
Parece una tontería, pero es clave. Tomaros vuestro tiempo para leer el cuento y ver si la historia os gusta. Incluso leedlo con los peques si van con vosotros. Nunca compréis un cuento sin leerlo antes. ¿Por qué? Porque podéis llegar a casa y llevaros una sorpresa: un final que no os gusta, unos personajes que no habíais visto que aparecían, un texto que no está bien redactado o es complicado para vuestros hijos si están empezando a leer… Mil cosas que pueden suceder si no leéis el texto antes.
Que solo la ilustración no sea lo que os hagan decidiros por un libro, porque, aunque dan mucha información, un cuento en el que hay texto necesita de las dos cosas para ser uno.
- Y, por último, preguntad por el autor y el ilustrador.
Si tiene más historias publicadas o si el propio librero/a le conoce. Hoy en día muchos autores e ilustradores de literatura infantil y juvenil presentan sus libros en pequeñas librerías porque es un contacto mucho más cercano con el público que los lee y es probable que haya estado en la librería. Preguntad, que no os de miedo. Os vuelvo a recordar que, si encontráis un buen librero/a, tenéis un gran tesoro
Si, después de llevar a la práctica todos estos consejos, el libro que tenéis en las manos os gusta, no lo dudéis, comprad el cuento. Los niños son impredecibles, sí: en la tienda puede gustarle y dentro de dos días no, pero volverán a él. Si les ha gustado y lo habéis podido elegir con ellos, dadles tiempo y dejarlo al alcance de ellos, porque volverán a pediros que se lo leáis.
Os dejo más abajo una infografía con los aspectos claves para elegir un buen libro de literatura infantil.
Gracias a las personas que han colaborado en la encuesta para llevar a cabo este post a través de nuestra cuenta de Instagram. ¡Mil gracias por estar siempre ahí!
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