Por qué no hay que olvidarse de los beneficios de leer cuentos con niños

Leer cuentos a los niños tiene multitud de beneficios. Seguro que conocéis muchos de ellos, pero no está de más recordarlos y, sobre todo, no olvidarlos.

El último barómetro de hábitos de lectura y compra de libros de 2018, realizado por la Federación de Gremios de Editores de España, afirma que la lectura en la infancia es generalizada, pero que a partir de los 14 años comienza a decaer.

Durante la adolescencia, los jóvenes empiezan a mostrar su interés por otras cosas. Por multitud de elementos externos que los desvían de la lectura. Es en esa edad donde hay que hacer más hincapié fomentando la lectura. Pero solo se conseguirá rescatar al joven lector si durante la más tierna edad ha habido un trabajo por leer cuentos con los más pequeños, por mostrarles buenas historias que despierten su imaginación, por ayudarles a descubrir cada palabra.

Porque la semilla que cuidamos y regamos desde el principio, seguirá creciendo hasta que se convierta en una hermosa planta. Si a un niño le acompañamos para que sea un lector, es probable que cuando se haga mayor se convierta en un gran lector.

Pero para conseguirlo hay que tener claros los beneficios. Uno de los más importantes es la adquisición de vocabulario. Es esencial leer a los niños porque ellos guardan esas palabras que se repiten, las asimilan y las aprenden. Además, son capaces de recordar el orden exacto de la estructura de una frase. De ahí, que la poesía y los juegos de palabras sean esenciales desde muy pequeños. La pasada semana comenzamos una nueva sección dedicada a libros de poesía para que comenceis a leer con los más pequeños.

Pero, ¿cuándo empiezo a leer cuentos a mi hijo?

Desde que está en la barriga. Evidentemente ahí no van a aprender palabras, pero sí escuchan sonidos. Esos sonidos se convertirán en un tono de voz mucho más claro que dirá palabras que, repetición tras repetición, el bebé irá asimilando.

Los psicólogos Jerome Bruner y Anat Ninio publicaron un estudio en 1978 en el que indicaban que a partir de los ochos meses de vida, los bebés ya han desarrollado su capacidad de atención compartida e interactúan con los adultos y con el mundo que los rodea. Ese es un buen momento para empezar a leer cuentos. Pero la lectura puede comenzar incluso antes.

En este mismo sentido, la American Academy of Pediatrics publicó un documento que afirmaba que la atención pediátrica debía incluir acciones para promover la lectura desde el nacimiento.

Esta afirmación tenía su base en un artículo publicado en la revista Pediatrics por John S. Hutton, un investigador clínico en el Children`s Hospital Medical Center de Cincinnati, en el que explicaba que los niños a los que más se les leía cuentos en casa, “mostraron mucha más actividad en las áreas del cerebro que procesan la asociación visual.” Es decir, comprenden lo que no pueden ver, “lo que puede ayudarles en la transición a libros sin ilustraciones. Además, les ayudará más adelante a ser mejores lectores, pues habrán desarrollado la parte del cerebro que les permite visualizar lo que pasa en el relato”.

Beneficios que no hay que olvidar

Hay otros muchos beneficios de leer con niños.

  • El desarrollo de la imaginación y la creatividad.
  • Los cuentos les ayudan a identificar emociones y superar miedos.
  • Desarrollan el pensamiento y la capacidad de análisis.
  • Practican la escucha y la atención.
  • Fomenta el hábito de la lectura, esencial para ser un gran lector.
  • Se convierten en lectores autónomos si somos capaces de dejarles elegir los libros que quieren leer.

La importancia del tiempo

Todos los puntos son importantes, pero hay dos que considero claves para una formación como lector y como adulto.

El primero es la adquisición de rutinas. Algo básico cuando son tan pequeños. ¿O vuestros hijos no os preguntan «qué día es hoy», «qué vamos a hacer» o «ahora dónde vamos»? Ellos necesitan saber qué van a hacer o a dónde van a ir. No son amigos de las sorpresas. Por eso la hora del cuento dentro de la rutina es esencial.

Leer se puede hacer a cualquier hora del día. Pero ese último momento de la jornada en el que saben que toca el cuento y se van a dormir, les relaja. Esos minutos generan en su cuerpo y en su mente un estado de relajación previa al momento de irse a dormir.

Y el otro punto, quizás más importante que el anterior, pero que van juntos y son indivisibles, es leer y pasar tiempo con vosotros. La unión con vuestros hijos es el mejor legado que les dejáis.

El mismo estudio que os he mencionado antes de la Federación de Gremios incluía un dato muy llamativo. Decía que en “tres de cada cuatro hogares” con niños menores de seis años, o los padres o algún familiar les leían cuentos. Pero la media dedicada a la semana a esta actividad había disminuido. Si en 2017 se pasaba al lado de los pequeños leyendo cuentos 3 horas y 9 minutos a la semana, durante 2018 se había reducido a 2 horas y 36 minutos. Una reducción de un poco más de 30 minutos sin leer cuentos a la semana.

Para y leer

Vivimos en una sociedad que va deprisa. Queremos saberlo todo al instante. No nos fijamos en los pequeños detalles. Pero ellos sí, porque no van a nuestro ritmo.

Los pequeños lectores abren un libro y observan detalles en las ilustraciones que nosotros no vemos. Por eso hay que leer despacio, a su lado, sintiendo su piel. Es el mejor momento del día para ellos y para vosotros porque estáis cerca. No importa lo que pase fuera, solo importáis vosotros y el cuento.

A ellos les interesa saber qué le pasa al pirata del cuento, a los animales, al protagonista de la historia que estáis leyendo juntos. Y os hará preguntas. Y si no las hacen, hacérselas vosotros. Preguntadles qué le ha gustado del cuento y qué no. Qué le ha dado miedo o le ha hecho reír. Eso fomentará una conversación con ellos de la que ambos os enriqueceréis.

 

 

 

5 comentarios sobre “Por qué no hay que olvidarse de los beneficios de leer cuentos con niños

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *