Una pregunta rápida: ¿cuántas mujeres científicas e inventoras conocéis? ¿Necesitáis tiempo para pensarlo? Quizás todavía no se haya hablado suficiente de las muchísimas mujeres que han conseguido mejorar el mundo a lo largo de la historia. Quizás sea el momento de estudiar junto a Albert Einstein a su mujer, Mileva Maric, quien, es probable, le ayudara a sacar adelante muchas de las ideas que le otorgamos a él.
O quizás también sea el momento de renombrar el “Día del Inventor Internacional” por el “Día de la Inventora”, ya que hoy, nueve de noviembre, se celebra este día gracias a Hedy Lamarr, una actriz, modelo e inventora austriaca que creó el “espectro ensanchado”, la base de lo que utilizamos diariamente con el wifi, GPS o bluetooth.
En este artículo quiero hablaros de varios libros que, en los últimos años, han alzado la voz reclamando el lugar que les corresponde a todas las mujeres científicas e inventoras que nos facilitan la vida hoy en día y que consiguieron que el mundo avanzara. A muchas de ellas no se les reconoció su labor hasta pasado muchos años. A otras, seguramente, no se les haya reconocido nunca. Pero antes de hablaros de los libros, os quería recomendar un artículo que leí hace unas semanas y que fue el germen de que este post se publique hoy.
Las chicas y las matemáticas
Leire Salazar es profesora de Sociología y escribió hace unas semanas en eldiario.es un artículo titulado “No, las niñas no son peores en ciencias”. En él recoge varios debates que se están produciendo en el panorama científico sobre los estereotipos de género y cómo las mujeres tienden más hacia estudios dedicado a las tareas de cuidados que a los científicos. Y no porque las mujeres tengan menos cualidades hacia esas asignaturas, sino porque existen “factores presentes mucho antes” que las condicionan. Y, además, en la escuela no se incentiva “la participación de niños y niñas en actividades que tradicionalmente han experimentado cierto sesgo de género.”
Este artículo proviene de un estudio titulado “Tercer informe sobre la desigualdad en España”, elaborado por la Fundación Alternativas. En el capítulo que Leire Salazar desarrolla hay puntos muy interesantes, como que “las niñas a partir de los seis años, pero no antes, asocian en menor medida que los niños la brillantez a su propio sexo incluso a igual percepción sobre el rendimiento escolar en ambos sexos, y esto condiciona el interés que muestran en actividades para las que supuestamente se requiere esta cualidad”.
A raíz del estudio PISA del año 2015, en el que se demuestra que “los chicos presentan actitudes más negativas hacia la escuela” y que “las chicas se muestran más reacias a competir y tienen menos confianza en sí mismas ante tareas de matemáticas y científicas”, Leire explica que esa “ansiedad hacia las matemáticas” es un factor que se relaciona con un peor rendimiento de las mujeres. Y todo eso es lo que hay que reforzar en casa y, sobre todo, en la escuela, porque “las brechas en el rendimiento en algunas de las competencias se ensanchan con la edad.”
Hedy Lamarr
Pero todo esto seguro que no le pasó a nuestra protagonista de hoy: Hedy Lamarr. Ella quiso ser siempre actriz. Y lo consiguió. Trabajó a las órdenes de Louis B. Mayer, uno de los mayores productores de Metro-Goldwyn-Mayer (MGM). Y, mientras tanto, en su taller secreto, creaba inventos propios. Rachel Ignotofsky en su libro “Mujeres de ciencia. 50 intrépidas pioneras que cambiaron el mundo” explica de una manera muy sencilla y motivadora, la historia de esta mujer aventurera. Cómo durante la Segunda Guerra Mundial identificó un problema en las señales de radio que guiaban a los torpedos. Cómo se alió con George Antheil, un compositor y juntos patentaron el “espectro ensanchado” (FHSS, por sus siglas en inglés). Su idea no fue utilizada hasta la crisis de los misiles cubanos, en 1962. Pero hoy es la base de lo que todos utilizamos a diario: el wifi.
Un libro muy motivador, pero no solo para niñas. Porque si solo lo leen ellas, no tiene sentido. Es un libro que niñas, niños, adolescentes, mayores, profesores… deberían tener muy presente. La historia no solo les pertenece a los hombres.
Otro de los libros, editado magistralmente por Lunwerg Editores, es una enciclopedia genial centrada en las 93 inventoras y sus inventos. Sanda Uve en “Supermujeres superinventoras” también incluye a Lamarr entre sus protagonistas. Lo que más me gusta de este libro, y por lo que lo elegí para mi biblioteca personal, es por el boceto que incluye de los inventos. Me parece un acercamiento a la historia más visual que el libro de Ignotofsky. Y el trabajo que ha hecho Sandra para descubrir los inventos de todas estas mujeres y sus vidas es alucinante. Y, aunque considero que el tipo de letra es bastante pequeño y dificulta un poco la lectura, los inventos y las ilustraciones a acuarelas son el eje central del libro.
Y por último, aunque “Las chicas son de ciencias. 25 científicas que cambiaron el mundo” no incluye a Hedy Lamarr entre sus protagonistas, quería reseñar este libro porque las mujeres que han elegido Irene Cívico y Sergio Parra son también muy relevantes. Porque las ilustraciones de Nuria Aparicio son magníficas y, por último, porque el tono del texto de libro, entre lo serio y lo irónico y lo humorístico, me parece muy acertado. La lectura de este compendio de grandes inventoras se hace muy amena y divertida. Y te animan a seguir descubriendo más.
Hay más libros con grandes descubridoras, aventureras, deportistas… páginas que se llenan con historias de mujeres valientes, inquietas, curiosas, que no se rinden. Libros que por fin les dan voz.
Hoy, nueve de noviembre, pero no solo hoy, sino todos los días, gracias a todas las mujeres inventoras que cambiasteis el mundo y a todas las que seguís trabajando por mejorar nuestras vidas.
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