Sara Nicolás: «Con la autoedición se aprende mucho y se pierde muy poco»

sara nicolas1

A nuestra invitada de hoy no la conocíamos. Y ha sido todo un descubrimiento. Ni a ella, ni a su pequeña editorial tan cuidada de cuentos personalizados, “Los cuentos de Tragamanzanas”. Sara Nicolás es una de sus creadoras. Un pequeño rincón lleno de libros a los que se les puede personalizar el contenido para hacerlos más especiales para los peques.

Sara escribe historias desde muy pequeña. Como en su pueblo no había biblioteca cuando era pequeña y sus padres no podían comprar todos los libros que querían, cuando terminaba de leer uno, escribía finales alternativos. Otras historias para seguir disfrutando de la lectura.

Esta joven madrileña y madre dos hijos, comenzó escribiendo para adultos, pero cuando se introdujo en el mundo de la literatura infantil, ya no pudo dejarlo. Y, a día de hoy, no se imagina escribiendo para otro público. Y con cuentos e historias autoeditados nada menos que, aunque pueda parecer muy complicado, ella lo recomienda a los autores que tengan dudas porque es la mejor forma de conocer todas las fases de un libro.

Sara sabe lo que es escribir y publicar. La importancia de la lectura, de los libros. De jugar con ellos y disfrutar. Por eso Ana Meilán nos la recomendó en nuestra anterior entrevista y hoy se viene a merendar con nosotros. A disfrutar de un buen bocadillo con Nocilla..

¡Es un placer invitaros a nuestra merienda con Sara Nicolás!

¿Cuándo descubres qué quieres escribir historias infantiles?

En realidad nunca hubo un momento concreto, simplemente fue algo que ocurrió. Como muchos autores escribía desde pequeña pero al llegar a la edad adulta mis textos estaban dirigidos al público adulto, aunque como lectora siempre me gustó la literatura juvenil.
No fue hasta que entré en los bastidores del mundo de la literatura infantil y juvenil que comencé a escribir para niños, descubriendo lo fascinantemente complicado qué es, y cómo un cuento tan aparentemente corto –al menos en extensión– puede acarrear tanto trabajo, esfuerzo, documentación y desesperación. Esa precisión y equilibro que exige un cuento para niños –como un funámbulo de la lengua– fue lo que me estimuló y cautivó. Actualmente, no me imagino escribiendo para otro público.

¿Qué te inspira para crear tus historias?

Cualquier cosa, aparecen en los lugares y momentos más inesperados. Aunque mi creatividad tiene mucho que ver con la lectura: cuanto más leo más creativa soy. Así que cuando comienzo un nuevo cuento, las semanas previas, suelo aumentar –y mucho– el ritmo de lectura.

libro mosca

¿Cuándo y por qué decides crear la editorial “Los cuentos de Tragamanzanas”?

Óscar (la otra mitad de Tragamanzanas) y yo  llevábamos muchos años con la idea de montar una empresa de “cuentos por encargo” (entonces no sabíamos que se llamaban personalizados ni que ya existía un modesto mercado) pero por unas u otras lo íbamos aplazando. Un día la empresa para la que yo trabajaba cerró inesperadamente, y decidimos que aquel era el momento. Y así nació Tragamanzanas, al comienzo sin forma ni pretensiones, y un poco improvisada. Ahora se ha convertido en una pequeña editorial, pero sigue manteniendo ese espíritu sin pretensiones que nos da mucha libertad.

¿Es difícil dar el salto a la autoedición? ¿Qué recomendarías a aquellos autores que quieren hacerlo, pero no se atreven a dar el paso?

Para nosotros no fue difícil porque nunca nos planteamos otra opción, no por nada en concreto, simplemente no se nos ocurrió (sí, sé que suena extraño, pero es cierto). Desde siempre he autopublicado mis historias (incluso cuando era pequeña, con cuentos terribles y la mayoría de las veces inacabados –supongo que de ahí viene la mala fama que tiene la autoedición 😀 ) así que cuando quisimos hacerlo como profesión, continuamos con el camino conocido.
Respecto a qué recomendaría a los autores… que autoeditaran, al menos una vez, porque se aprende mucho y se pierde muy poco. Con la experiencia de la autopublicación eres consciente de todas las fases por las que pasa un libro, de todos los agentes que participan en el mismo y lo que cada uno aporta y demanda. De esa forma adquieres una visión global del sector. Después se puede elegir dedicarse solo a una de las partes (por ejemplo, escribir), pero el conocimiento de las otras partes ayudará mucho a saber qué se quiere, cómo se quiere, qué se puede exigir, a qué no se debe renunciar, etc.

cuentos

“Un animal mágico”, “¿Qué le pasa a la luna?” o “Una niña, un conejo y su nave”  y una larga lista de obras publicadas, pero ¿de cuál guardas un recuerdo más especial? 

Es muy complicado, porque como dices no se puede elegir, pero me voy a quedar con “¿Qué le pasa a la luna?»fue nuestro primer libro y nuestra primera apuesta, tardamos mucho en llevarlo a cabo y todavía recuerdo la noche (eran las tantas de la madrugada) que por fin lo terminamos y lo contentos que nos pusimos. Luego hay otros a los que tengo mucho cariño, porque cada libro tiene una historia detrás –además de la que hay dentro; siempre hay una historia detrás de las historias.

Un consejo para ayudar a los padres a animar a los peques a leer y a disfrutar de los cuentos.

Que les dejan leer lo que quieran. Sin censuras, sin dirigir, sin coartar. Y que les cuenten muchos cuentos narrados, a viva voz. Que se enganchen primero a las historias, la lectura llegará después. Y si nunca llega, tampoco hacer drama, hay muchas otras actividades que presentan tantos beneficios como la lectura. Leer es en realidad un juego, nadie debería obligarte a jugar.

el invierno de escandia

¿Qué leías tú cuando eras pequeña?

Yo era ratón de biblioteca, así que leía cualquier cosa que cayera en mis manos. Especialmente los clásicos de aquellos años: Ende, Roald Dahl, Juan Muñoz Martín, Christine Nöstlinger, Astrid Lindgreen, Enyd Blyton, Stine, Goscinny, Fortún, Escobar, Ibáñez, Quino, Kaut… sin entrar en títulos porque hay miles, pero más o menos lo que leíamos los niños de aquella generación.

¿Una merienda que recuerdes de tu infancia?

Pan con Nocilla. Todavía me gusta, solo que ahora prefiero la blanca (sí, lo sé, seguro que hay gente que se está haciendo cruces)

¿A qué otro autor o ilustrador nos recomiendas?

Pues nombro a un ilustrador que he descubierto hace poco pero me entusiasma: Alefes Silva, sus trabajos me resultan hipnóticos.

Si queréis conocer un poco más sobre la editorial de Sara, podéis visitar su web, «Editorial Tragamanzanas». Tienen unos cuentos preciosos y, ademas, unos «snack», libros pequeños, para regalar o para llevar a cualquier parte.

También podéis seguirla en Facebook e Instagram.

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *