Maite Carranza: «La literatura me sirve para afrontar los problemas del mundo en el que vivo»

maite carranza
Fotografía de Júlia Prats

Hace más de treinta años que nuestra invitada empezó a publicar libros. Desde entonces, Maite Carranza ha escrito novelas para jóvenes, adultos y guiones para televisión. Esta escritora y madre de tres hijos, comenzó ganando premios con algunos de sus relatos y se quedó en el mundo de la literatura, un “lugar acogedor” como ella misma describe.

Cuando uno lee las novelas de Maite, o esta entrevista, puede llegar a sentir la alegría, la juventud o la vitalidad de una escritora que cree en el poder de las palabras. Las historias de Maite son de adolescentes, comprometidas o históricas y nunca ha dejado de escribir desde que empezó cuando solo tenía siete años, aunque alguno de sus guiones no fueran aceptados. Al contrario, eso la animó a desempolvar una historia que tenía olvidada y que acabó siendo una trilogía. Porque un escritor nunca sabe el que camino que le deparará su historia.

La literatura juvenil, igual que la infantil, sigue siendo una gran desconocida para el público adulto, pero escritoras como Maite o Mónica Rodríguez o el escritor Jordi Sierra i Fabra, a quienes hemos tenido la suerte de entrevistar en el blog, son la clara representación de una literatura de calidad, apta para todos y con historias que deben ser leídas.

Por su amor a literatura y su compromiso con el mundo a través de las letras, hoy es un placer invitar a merendar a Maite Carranza. ¡Disfrutad de la entrevista!

¿Cuándo y por qué decides escribir literatura juvenil?

En el año 84, tras haber ganado diversos premios por relatos cortos adultos, me propuse escribir una novela durante un verano. Curiosamente, los relatos premiados estaban protagonizados por jóvenes y eran humorísticos, así pues, decidí que mi novela recogiera esas dos características que, al parecer, marcaban mi estilo.

Aterricé sin consciencia en un planeta desconocido y me pareció un lugar acogedor. No fue una decisión meditada, más bien lo considero un azar afortunado.

¿Qué te inspira para crear tus novelas?

La vida, la curiosidad y el compromiso con el mundo. Esos tres motivos  me empujan a escribir. El género y el público al que van destinadas mis historias lo decido luego, lo principal es la necesidad de comunicar y fabular.

Has escrito novelas para adultos, para jóvenes y guiones de televisión. ¿Con qué te quedas? Si es que es fácil quedarse con algo cuando te apasiona escribir.

Toda elección resulta siempre difícil, en esos casos es mejor que decidan otros. Mis lectores se inclinan por considerarme una buena escritora juvenil. Es en el ámbito en el que más he destacado con premios, traducciones y reconocimientos.  Eso no impide que  disfrute escribiendo novelas para adultos ni que me encante escribir guiones. Como bien dices,  resulta apasionante.

A través de tus libros has tratado temas de denuncia como el abuso sexual infantil en “Palabras envenenadas”, un libro muy premiado y traducido a siete lenguas, o el cambio climático en “Sin invierno”. Las novelas perduran, mientras las noticias se olvidan. ¿Es la literatura la mejor herramienta para denunciar y que los problemas y conflictos no se queden en el olvido?

Sin considerar que la literatura sea únicamente denuncia, es cierto  que ayuda a divulgar los problemas del mundo en qué vivimos y  que los libros perduran más allá de la inmediatez de la noticia.

Me gustan las posibilidades que ofrece la literatura para explorar los sentimientos y las emociones humanas, ambos aspectos obviados por el periodismo y la ciencia. La ficción permite indagar con más libertad en temáticas complejas y conocer las motivaciones, las razones y los conflictos de los que las protagonizan: las personas.  En mi caso, la literatura comprometida me sirve como terapia para afrontar los problemas del mundo en el que vivo y para superar la impotencia que siento.

¿Es complicado animar a los jóvenes a leer? ¿O, quizás, por el auge de las redes sociales, internet, los booktubers, los jóvenes tienen más información sobre literatura que les anima a la lectura?

Los lectores continúan siendo una minoría entre la masa. Pero desde que tengo memoria siempre ha sido así. Los índices lectores en España son bajos y algo debemos hacer mal. Sin embargo, los grandes lectores ahora tienen más facilidades que nunca para relacionarse con otros lectores como ellos, para intercambiar recomendaciones lectoras, para hacer amistades y hasta para convertirse en futuros escritores y escritoras. Las redes han ayudado a este fenómeno – inexistente antes de Internet- de las comunidades de lectores y divulgadores de libros.

“¡Calla, Cándida, calla!”, la colección “La Guerra de las Brujas”, o “Una bala para el recuerdo”, y una larga lista de obras publicadas, pero ¿de cuál guardas un recuerdo más especial?

«La guerra de las brujas» fue, lo que se dice, un paso adelante para salir de una situación difícil. Un guión que estaba escribiendo no fue aceptado  y me propuse hacer algo diferente y estimulante. ¿Por qué no una trilogía fantástica? Desempolvé ese proyecto antiguo, que requería mucho esfuerzo y mucho tiempo, y me puse a ello con ilusión. Siempre me pregunto qué hubiera sucedido si ese guión me hubiera salido bien. ¿No hubiera escrito mi trilogía? En ese caso coincido con el refrán “No hay bien que por mal no venga”. Aunque siempre dudo si lo digo bien o es al revés.

Has recibido el Premio Nacional de Literatura Juvenil, el Premio Edebé, el Premio Cervantes Chico y multitud de premios más de literatura para jóvenes. Pero, ¿crees que la Literatura Infantil y Juvenil (LIJ) es todavía una gran olvidada entre el público adulto?

Evidentemente la LIJ está considerada una literatura de segunda división por críticos, editoriales, prensa y eruditos en general. Es una rémora de otros siglos, de épocas en las que los niños y jóvenes no tenían prestigio ni valor social. Eso ha cambiado en los países más desarrollados, pero aquí, en España, todavía vivimos en la Edad Media.

Con el tiempo ya me he acostumbrado y no me afecta, pero hay personas que aterrizan en el Planeta LIJ y quedan horrorizados por la invisibilidad que afecta a los autores i autoras.

¿Qué leías cuando eras pequeña?

Guillermo Brown, Kásperle, Tarzán, Julio Verne, Dumas… la biblioteca de mi padre, un gran lector.

¿Una merienda que recuerdes de tu infancia?

Una merienda de chocolatada y “melindros” en el pueblo donde veraneaba, Sant Quintí de Mediona. Fue en  una casa antigua, tras una obra teatral que habíamos inventado los niños. Estábamos todos los chavales en un antiguo granero  cuando mi hermana Marta, que perdía las gafas, era muy traviesa y metía los dedos donde no tocaba, se electrocutó al coger unos hilos de la electricidad que estaban sueltos. Juro que se le erizó el pelo,  se chamuscó la mano y voló por los aires. Afortunadamente, saltaron los plomos de la casa y todo acabó en un susto.

No olvidaré nunca esa merienda, debía tener diez años.

¿A qué otro autor o ilustrador nos recomiendas leer?

Joan Anton Martín Piñol. Un autor joven, prometedor y muy divertido.

 

Si queréis saber más sobre Maite podéis visitar su web, o seguirla a través de su página de Facebook.

 

2 comentarios sobre “Maite Carranza: «La literatura me sirve para afrontar los problemas del mundo en el que vivo»

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