Hay libros destinados a perdurar en el tiempo. “Cuentos de así fue”, el libro del que hoy os queremos hablar, es un clásico de la literatura inglesa. Se publicó por primera vez en 1902. Su autor, Rudyard Kipling, le contaba cuentos a su hija antes de dormir. Historias de cómo a un elefante le creció la trompa o cómo al dromedario le salió su joroba. Anécdotas que a los niños les encanta conocer. Por desgracia, la hija de Kipling murió tres años antes de poder ver esas historias publicadas en un libro. Pero el tiempo ha permitido que los cuentos de Kipling permanezcan vivos. Y la editorial Blackie Little ha creado una edición inmejorable rodeada de grandes artistas.
Contar historias a través de los animales es, seguramente, uno de los mejores enganches para atraer a los niños a la literatura. Creo que Kipling lo sabía. De hecho, entre los muchos libros que publicó se encuentra “El libro de la selva”. Él fue el autor de la famosa historia que más de setenta años después Disney llevó a la gran pantalla convirtiéndola en un clásico.
La reedición que publica Blackie Little cuenta con grandes artistas de la literatura infantil. Visualmente el libro es precioso y perdonar que insista en ello, pero cuando tienes el libro en las manos, no puedes dejar de mirar la portada. Las ilustraciones de Marta Altés (premio “Dragón Lector” al mejor álbum ilustrado nacional en 2014 por “Soy un artista”) te atrapan sin necesidad de abrir el libro. Así que ya no os cuento nada cuando finalmente decides abrirlo y descubrir las historias de Kipling. Podrías estar mirando el libro, sin leer los cuentos, un buen rato.
Pero como sabéis, nosotros testamos los libros con nuestros hijos, porque no todo es lo que se ve, también es importante lo que se cuenta. En este caso, las historias del autor británico están adaptadas por otra gran conocida escritora inglesa de literatura infantil, Elli Woollard. Son cuentos en verso, con rima y que ayudan a que la lectura sea más animada y viva. Es un libro para leer en familia. No hay edades para disfrutar de las buenas historias. Además, de la traducción al español se encargó Miguel Azaola, el mismo que os comenté la semana pasada en la reseña que había traducido “Una jirafa y media”, de Kalandraka. Un gran editor y traductor.
Como veis, esta edición de “Cuentos de así fue” reúne a grandes profesionales para seguir manteniendo viva las historias de Rudyard Kipling. Cuentos que no pasan de moda y que enganchan a los lectores. Tanto a pequeños como mayores.
Y para merendar hemos probado a hacer una mousse de melocotón que nos ha encantado. La idea la cogí de otro libro que estoy leyendo, «Tantos días felices», y como la época del melocotón va a terminar y a nosotros nos gustan tanto, hemos decidido hacerla y el resultado ha sido excelente. Y con cacao puro por encima está para chuparse los dedos.