Llega el verano y el calor, si es que acaba de llegar en algún momento, y empezamos a preocuparnos porque “el niño/a no se queme”. Compramos cremas y una gorra y creemos que con eso es suficiente para proteger a los más pequeños de los rayos del sol. Pero, ¿y si estuviéramos equivocados? ¿Y si fueran necesarias más herramientas para evitar que cuando tengan 30 ó 40 años desarrollen un melanoma?
Esta semana, concretamente el 13 de junio, se celebra el Día Europeo de la Prevención de Cáncer de Piel. Siempre hemos oído que la piel tiene memoria. Sí. Las quemaduras de hoy pueden convertirse en el cáncer de dentro de unos años. Porque el melanoma, el más común de este tipo de cáncer, se ha triplicado en los últimos 20 años, como afirman algunos expertos. Nuestras ganas de broncearnos y el creciente interés por hacer deporte al aire libre, sin la adecuada protección, han aumentado este tipo de cáncer. Pero podemos evitarlo.
Existe un programa desarrollado por la Fundación Piel Sana de la Academia Española de Dermatología y Venerología (AEDV) que intenta concienciar a los colegios de la importancia de proteger a los niños del sol. “Convive con el sol” nació hace un año como un proyecto de investigación en varios colegios pilotos y, después de ese tiempo, han comprobado que la tasa de quemaduras solares ha disminuido. Magdalena de Troya es la coordinadora del proyecto y Directora del Área Integrada de Gestión de Dermatología del Hospital Costa del Sol de Marbella. El programa, como bien explica Magdalena, va dirigido al profesorado mediante “un curso de formación, herramientas y guías didácticas”. Porque lo que intentan es darles los conocimientos necesarios a los profesores para proteger a los niños y, además, que ellos enseñen y conciencien a los más pequeños sobre la “fotoeducación”. Educar desde la infancia, algo básico.
Conocer los índices de irradiación solar a lo largo del día, diferenciar los distintos tipos de pieles, cuándo hay que dar crema y cuándo no es necesario y qué tipos de cremas son mejores, el tipo de alimentación que tiene más efectos antioxidantes como la sandía o el gazpacho para afrontar el efecto de la radiación, qué tipo de ropa deben llevar… Un montón de cosas necesarias para el cuidado de la piel. ¿Sabíais que en Australia no dejan salir a los niños al patio si no llevan gorra? Allí llevan 30 años con el programa “Sunsmart” y han conseguido reducir en un 11% el melanoma, como explica Magdalena. Lo que también conlleva un retorno económico para el país.
¿Es la crema lo más importante a la hora de proteger a los más pequeños del sol? No. Tanto Magdalena como Lorea Bagazgoitia, doctora especialista en Dermatología en el Hospital Ramón y Cajal, de Madrid, afirman que la crema no es lo más importante, es un complemento porque, además, no la echamos bien. “Nadie se da la cantidad necesaria para que filtre lo que promete la etiqueta. Es mejor ponerle una camiseta ultravioleta para que se bañe en el mar que ponerle un montón de crema”, afirma Lorea. Y en cuanto a los sprays, que son más cómodos, “la mitad de la crema se evaporiza por el aire y no llega a la piel”. En su blog, la doctora Bagazgoitia recoge varios artículos sobre la protección solar en niños y cómo elegir un fotoprotector para ellos.
¿Y qué es lo más importante? Pues para explicarlo os he hecho una infografía con los consejos “recomendados” que deberíamos seguir y aplicar. Tanto para adultos como para niños. Porque una buena “fotoeducación” empieza desde pequeños.
Y para terminar, os recomiendo que os descarguéis la app UV-Derma de la Fundación “Piel Sana” que viene muy bien para saber en todo momento el índice de radiación que hay y cuándo es mejor protegerse del sol o tomarlo, porque el sol también es bueno, pero todo en su justa medida.
Aunque sea salir a pasear, nosotros llevamos el kit completo gorra-gafas-crema, que encima tienen la piel súper finita.
Hay que llevarlo todo para prevenir y que no se quemen que la piel tiene memoria y es muy importante para que el día de mañana puedan estar sanos. ¡Muchas gracias por comentar! 🙂