Hay veces que preparar una actividad requiere de tiempo, elementos, noches dejando algo reposar… Pero hay juegos que no necesitan más que papel, lápiz, juguetes y muchas ganas de disfrutar. Eso es lo que os traigo hoy.
En un trozo de papel largo, yo utilicé el famoso rollo de Ikea, pones la silueta de varios juguetes. Os recomiendo que sean objetos que estén en distintas habitaciones, para que él tenga que ir a buscarlos a varios sitios. Y que, además, siempre que haya que buscarlos estén en ese mismo sitio, pero cada vez en un rincón nuevo. Eso de que no encontrarlos donde la vez anterior y tenga que mirar y rebuscar les encanta. Y, una vez que los encuentren, hay que llevarlos al “mapa de los tesoros”, como nosotros le hemos llamado. Nosotros utilizamos un rodillo de cocina, una cuchara, un peine, una ballena que utiliza para jugar cuando se baña, varios juguetes de su habitación, un libro de su estantería… En fin, que cualquier cosa vale.
Este juego les entretiene bastante porque buscar tesoros es una actividad muy mágica. Y reconocer el dibujo les divierte mucho también. Además es un juego muy sencillo, barato y que se puede hacer en cualquier momento. Y con más niños seguro que también es un éxito.
Para medir si a los peques les interesa un juego lo puedes hacer por el tiempo que le dedican o por las veces que quieren jugar. Con mi hijo hemos jugamos varios días, ¡¡tres veces cada vez!! Puede que os parezca poco, pero si tenéis un peque de dos años y medio, edad en la que suelen distraerse con una miguita que encuentren en el sofá, entenderéis de lo que os hablo 🙂