Hace poco estaba subiendo a mi hijo al coche en el garaje de casa y empezó a decirme algo, pero yo no le entendía en ese momento. Y cuando ya le abroché me di cuenta de que me estaba diciendo “cuatro”. “¿Qué cuatro?”, le pregunté yo y, para mi asombro, me señaló la puerta de un trastero que justo teníamos enfrente y sí, allí había un “cuatro”.
Os cuento esto porque, en ese momento me di cuenta de que mi hijo estaba empezando a interesarse mucho por los números y era el momento de crear alguna actividad para motivarlo. Abrí las cajas donde tengo todo lo que voy guardando para crear juegos y con muy poco hicimos una actividad.
Con una caja de huevos, números y bolas de colores, hemos hecho una caja que sirve para practicar el conteo, los números y los colores, todo a la vez. Con muy poco se puede hacer cualquier cosa, jugar y aprender a la vez. A mi hijo le ha gustado mucho. Al principio sí que me hacía un poco más de caso y metía el número de bolas en la casilla correspondiente y con el color adecuado. Luego ya se dedicó a jugar libremente, pero era algo con lo que contaba 🙂