#4 Cuando seas madre…

charcos

Sí, puede que alguno se haya llevado las manos a la cabeza, pero tranquilos, no es un efecto secundario del cambio de hora. Es fruto de mirar la vida con los ojos de un niño. De ponernos a su altura.

¿Os acordáis cuando vuestro hijo saltó por primera vez sobre un charco? ¿Recordáis si fue algo que le dijisteis vosotros o lo hizo él por sí solo? En mi caso, fue algo que hizo mi hijo sin que yo le dijera nada. Y eso fue lo que más me sorprendió. Salíamos un día del colegio, un día de este mes tan lluvioso de marzo y, sin explicarle nada o decirle: “mira, salta sobre el charco que te hago una foto” (algo, seguro, muy común en esta época Instagram), él se puso delante del charco y saltó. Y le gustó. Le encantó. Ese día volvimos a casa con los pantalones mojadísimos. Vamos, que le tuve que cambiar entero. Pero él venía muy contento.

¿Qué tendrán los charcos? Son como un imán para ellos. No sé si será porque les encanta oírnos gritar “¡no te metas en el charco que te vas a mojar!” y hacer lo que a ellos les da la gana. O si es algo innato en los niños, una capacidad de diversión que como adultos hemos perdido. A veces nos preocupa más cómo de perdidos se van a poner que lo que les aporta como niños que pisen los charcos.

Yo le veo saltar y le dejo. Evidentemente le digo que “no” si es un charco en el que puede nadar, pero si son pequeños no le digo nada. Espero a ver qué hace. Él siempre me dice: “mamá, un charco”. “Sí, un charco”, le contesto. Observo su cara, su momento antes de saltar. Y le veo sonreír, con esa cara de felicidad infantil, sin que para él sea un problema que se haya mojado o manchado. Sin preguntarse qué pasará luego o pensar que a lo mejor no debía haberlo hecho. Solo disfrutando de coger impulso, dar su pequeño salto y mojarse. Saber que en esa pequeña acción, está la diversión. Que no necesita nada más. Y que, además, tiene un montón de charcos a su alrededor para jugar. ¿Cómo no les van a gustar los días de lluvia?

Y vosotros, ¿habéis probado a saltar sobre un charco siendo adultos?

 

4 comentarios sobre “#4 Cuando seas madre…

  1. Sí, yo también salto con mi hijo sobre los charcos y la verdad me encanta. Ese “xof, xof, xof” cuando corres rápido en una hilera de charcos se escucha sensacional. Es relajante. Me encanta verle saltar en ellos y como disfruta. Y casi siempre le llevo zapatos y calcetines de recambio cuando sabemos que llovió el día anterior y vamos en busca de ellos.

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