Manta de etiquetas para bebés

Los Reyes Magos le regalaron a mi hija de seis meses un dragón muy bonito de Lilliputiens que hace ruido, tiene un espejo y otro par de actividades sensoriales. Pero a mi hija lo que más le interesa del muñeco es la etiqueta que, evidentemente, se lleva a la boca. De la manta que usamos en el carro para taparla ahora en invierno, tiene babeada la etiqueta. Y los cordones de los pantalones son su perdición. En definitiva, encontrar las etiquetas y llevárselas la boca es su juego favorito.

No sé por qué tienen esa afición por intentar agarrar y meterse en la boca lo único que no es una actividad del juguete, pero les encanta. La curiosidad que les despierta es asombrosa.

Ante esta obsesión de mi hija por las etiquetas e, imagino, que la de más bebés, decidí hacerle una pequeña manta con distintas trozos de telas de colores llamativos para que se entretenga. Y ha funcionado.

Es muy sencillo de hacer. Yo utilicé un par de trozos de telas, varias cuerdas de raso que se compran en la mercería y una bolsa de toallitas húmedas que metí entre las telas para que, al tocarlo, sonara. Cosí la bolsa a uno de los trozos de tela, haciendo un dobladillo y en el otro trozo cosí cada cuerda. Luego lo junté cosiéndolo a máquina y listo. Y mi chica está entretenida con su manta para un rato.